El dolor neuromúsculoesquelético es una de las razones más comunes para acudir a un profesional sanitario, ya sea en el ámbito público como en el privado. Dado que es algo tan común, ¿No sería importante saber cuál es la mejor opción en cada caso?
Cuando tenemos problemas en los dientes, acudimos al dentista; cuando tenemos problemas en los ojos, acudimos al oculista o al oftalmólogo; cuando tenemos problemas en la piel, acudimos al dermatólogo. Entonces, ¿a quién acudimos si tenemos dolores relacionados con el movimiento de nuestro cuerpo? Pues sí, habéis acertado, la elección en este caso debería ser acudir al fisioterapeuta.
Existen diversos estudios y revisiones sistemáticas que concluyen que el abordaje más adecuado para patologías de dolor agudo y crónico, en su mayoría, no es el farmacológico.
Se incluyen tratamientos potencialmente aplicables a todo el mundo, como el asesoramiento y la educación en hábitos de salud relacionados con el movimiento o la aplicación de programas de ejercicio terapéutico, la terapia manual y la electroterapia, y un largo etcétera, siendo estas opciones de tratamiento competencias directas del fisioterapeuta.
Atendiendo estas patologías de muy alta prevalencia, combatiendo el dolor en fases agudas y crónicas, educando y asesorando, brindando herramientas para poder auto-gestionarse y controlar los síntomas en fases tempranas: la fisioterapia ayuda a ahorrar la espera, ahorra tiempo y nos ahorra dinero a TODOS.
El acceso directo a la fisioterapia es una realidad en el sector privado: sesiones individualizadas donde se trata a las personas en todo su contexto vital, y no solo a su patología. En el ámbito público van bastante por detrás: sesiones cortas impersonales basadas en protocolos generales que se utilizan para una misma patología en pacientes de diferentes características. Además, el acceso no es directo (hay que pasar por un profesional médico que nos derive) y la atención deja mucho que desear por estar enfocado como si fuera una cadena de montaje: entran 8 pacientes cada 30 minutos a enchufarse uno a cada máquina durante X días.
De aquí el por qué de revalidar la profesión de fisioterapeuta y darle la importancia que merece, y más importante aún, difundir qué es la fisioterapia como ciencia médica y en qué casos nos puede ayudar acudir al fisioterapeuta.
“Si la medicina es la ciencia que da años a la vida, la fisioterapia es la ciencia que da vida a los años”